La Unió alerta de que el calor y la falta de lluvias provoca un retraso en la cosecha de limón

La Unió de Llauradors ha advertido este viernes de que la «atípica» climatología de estos últimos meses, con altas temperaturas y falta de lluvia, ha provocado un retraso en la maduración de los cítricos en las zonas productoras de Alicante, que afecta sobre todo a la cosecha de limón.

El responsable de cítricos de la organización agraria en Alicante, José Manuel Pamies, ha afirmado que en la actual campaña no hay apenas tratos comerciales y ha explicado que la escasez de agua y el calor ha tenido como efecto que el limón no consiguiera el calibre deseado hasta que comenzó a llover.

Así, todo ha ido retrasándose y actualmente la campaña está parada: «ni hay cortes ni hay exportación, puesto que, al parecer, el mercado se encuentra abastecido todavía», ha agregado Pamies.

No obstante, el limón goza de una calidad «extraordinaria» y «hay mucho limón de la variedad fino, que este año se ha juntado con otra variedad más temprana que se ha retrasado y no puede salir todo a la vez».

Por ello, los agricultores «están nerviosos y preocupados», porque «se han acumulado muchas toneladas de limón y todavía no hay suficientes ventas, y, si las hay, son a un precio irrisorio que no vale la pena». José Manuel Pamies considera que «estamos atravesando un momento complicado y es preciso no desesperar y dejar pasar estos días festivos que vienen para ver cómo reacciona después el mercado».

DISCRIMINACIÓN

Además, desde La Unió han explicado que los productores españoles están siendo discriminados por Turquía, un país con una alta tasa de consumo del limón y que no tiene el suficiente como para abastecer a toda su población y al turismo que reciben en los meses de primavera y verano.

Por ello, suelen comprar limones españoles y el problema es que «nos exigen unos aranceles muy altos, del 54 por ciento, aumentando nuestros costes una barbaridad», ha apuntado Pamies. Además, «el Gobierno turco subvenciona a los productores de limón de manera encubierta e ilegal con unos 120 dólares/tonelada, por lo que nos resulta muy difícil competir en estas circunstancias».

«Ahora –en Turquía–, se están cogiendo ya los últimos limones» y para conservarlos «los meten en cuevas durante varios meses y los venden en primavera». Se trata de unos limones viejos y con un apariencia mucho más deteriorada que los españoles, «pero mientras tengan producto suyo, no compran los nuestros».

Ante esta situación, La Unió «ha planteado en numerosas ocasiones esta queja a la Unión Europea para instarle a buscar una solución, pero nunca hemos obtenido una respuesta al respecto». El sindicato agrario considera necesario «que la Comunidad Europea intervenga y paralice las ventajas que disfruta Turquía».

Por otro lado, «los limones se han quedado fuera de las ayudas a la retirada de productos como consecuencia del veto de Rusia, por lo que se han presentado numerosos problemas a los agricultores alicantinos».

ALICANTE, PRINCIPAL PRODUCTORA

España es conocida internacionalmente por sus cítricos, de los cuales 260 millones de toneladas se recolectan en la Comunitat Valenciana, más del 90 por ciento en Alicante, unas 12.000 hectáreas sólo en la Vega Baja. Se trata de un producto fundamental «porque del cultivo del limón dependen más de 12.000 familias de manera tanto directa como indirecta, de ahí la preocupación de La Unió por esta situación».

La Unió considera necesario «tener más en cuenta esta circunstancia y no dejar de lado a los agricultores que recolectan estos productos». Cada vez se abandonan más tierras destinadas a cítricos, lo cual «provoca que el clima se descompense y sea más agudo el cambio climático: con fuertes épocas de sequía y otras, en cambio, con fuertes riadas», ha zanjado Pamies.

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