Debido a COVID-19, las organizaciones de toda Europa han tenido que realizar rápidos cambios en su forma de operar, acelerando su transformación digital, que promete nuevas ocupaciones y una mejor calidad de vida para todos, pero también apunta al riesgo de aumentar las desigualdades. Mientras que las crecientes tasas de desempleo juvenil del 14% en toda Europa (Statista, 2020) sigue siendo un reto, al mismo tiempo empresas de todo tipo y tamaño luchan por cubrir una amplia gama de funciones tecnológicas que son fundamentales para el crecimiento futuro.

La Coalición por las Competencias Digitales y el Empleo de la UE confirma que el 37% de los trabajadores de la UE carecen de competencias digitales suficientes y existen claros indicios de que la brecha de competencias digitales se está ampliando.

Desgraciadamente, los jóvenes creen que están mal equipados para navegar por la nueva economía y comprender las competencias necesarias para los futuros empleos digitales. También existe un entre las aspiraciones profesionales de los jóvenes y la realidad del mercado laboral, debido a la desinformación y a la falta de un asesoramiento profesional de calidad.

Los Informes 2018 del Foro Económico Mundial sobre el Futuro de los Empleos destacan la importancia de los asesores profesionales de FP para preparar a los jóvenes para que se conviertan en los nuevos alumnos ágiles de las futuras fuerzas laborales proporcionando un asesoramiento profesional de alta calidad que es esencial para el bienestar personal y económico. Por último, a la luz de COVID-19, la prestación de orientación profesional se está volviendo aún más.

Por último, a la luz de COVID-19, la orientación profesional es cada vez más importante y se necesita una plataforma digital que pueda ayudar a los orientadores profesionales de EFP a ofrecer una orientación profesional de alta calidad que tenga en cuenta las futuras tendencias laborales digitales.